El muflón es la más pequeña de las ovejas salvajes. De pelaje pardo rojizo, habitualmente con una mancha blanquecina en la espalda, carece de babero en la mejilla, pero tiene un collar oscuro. Los muflones poseen unos cuernos gruesos y enrollados en espiral que pueden llegar a medir hasta 80 cm de largo en el caso de los machos. La cornamenta de las hembras, en cambio, no supera los 15 cm, y sólo está ligeramente curvada hacía atrás. La cara de los adultos palidece con la edad.
El muflón fue introducido como caza y como animal para parques naturales en los países europeos continentales, especialmente en Europa central.
Es un animal herbívoro que se alimentan de hierbas, bellotas, hayucos y castañas, y también ramonea hojas y cortezas de árboles y arbustos. En los inviernos duros también pueden alimentarse de musgo y líquenes.
Sus enemigos naturales son los lobos, linces y, para los individuos jóvenes, las águilas reales y los grandes zorros.
Generalmente viven en pequeños rebaños guiados por la hembra más vieja. Los grupos de machos se les unen en la época de celo y luchan entre sí por la posesión de las hembras.