
Es un animal impresionante y robusto, muy apreciado tanto en su forma domesticada como salvaje. Su relación con el ser humano ha sido muy estrecha a lo largo de la historia debido a su fuerza y resistencia, características que lo hacen ideal para trabajos agrícolas, especialmente en áreas como los arrozales y zonas de llanuras inundables. Además, su uso como animal de carga y montura es común en muchas partes del mundo.
Animales terrestres, pero con una relación crucial con el agua. Disfrutan del agua y son capaces de nadar. Aprovechan zonas de barro para revolcarse y logran mantenerse frescos, regular su temperatura corporal y mantenerse a salvo de los molestos mosquitos que proliferan en las marismas. Es debido a esto que esta especie habita en el recinto de los elefantes africanos, donde disponen de una gran “piscina” y además pueden revolcarse en las pozas o charcas que hacen los paquidermos con sus colmillos para poder darse baños de barro.
Aunque la mayoría de las poblaciones actuales están domesticadas, aún existen grupos en estado salvaje en áreas remotas de Asia, especialmente en India, Nepal, Bután y Tailandia, aunque las verdaderas poblaciones silvestres son muy escasas. Estos animales, que en su forma salvaje son presa de grandes depredadores como los tigres, muestran una valentía notable cuando defienden a su grupo.