El Oryx del Cabo es un gran antílope de colores suaves y atractivos que habita tanto en zonas de matorrales cubiertas de hierba como en áridas zonas desérticas.

Son nómadas que se desplazan en grupos de hasta 25 individuos, entre hembras, jóvenes y unos cuantos machos. Evitan las condiciones cálidas y secas pastando en los momentos más frescos del día.

Suelen hacer grupos bajo las sombras cuando el calor más aprieta. Cuando los rebaños de oryx se tienden a descansar, suelen adoptar una típica formación de estrella, quedando las grupas hacia el interior mientras que las cabezas se dirigen hacia todas las direcciones de donde pueda venir el peligro.

Su dieta principal está compuesta de pastos y matorrales bajos, mientras que los pepinos silvestres, melones y otras plantas similares les proporcionan agua. En época de sequía puede pasar muchos días sin beber.

Para ahorrar energía y no tener que beber agua frecuentemente, evitan jadear y sudar hasta que la temperatura excede los 45º C; sus riñones producen orina muy concentrada y excrementos muy secos, lo que les ayuda a evitar perder líquidos.

De carácter violento durante la época de celo, los machos expulsan de las inmediaciones de su territorio a los elands, ñus, gacelas u otros rumiantes de mediana o gran talla que se pongan a su alcance. En el cortejo también se muestran violentos, el macho recibe a la hembra en su parcela nupcial de forma violenta y esta le responde del mismo modo.

Son los únicos antílopes que tienen cuernos cuando nacen, aunque muy pequeños.