Al igual que otros crótalos que viven en los árboles de Asia y algunos Bothrops (género de serpientes venenosas de la subfamilia de las víboras de foseta) de América, esta serpiente pasa la mayor parte del día escondida entre la vegetación.

Le encanta refugiarse en matorrales de bambú que crecen cerca de ríos y charcas, donde acecha a todo tipo de pequeños animales que comparten su hábitat.

Lo que la hace realmente especial es su increíble habilidad para atrapar pájaros en pleno vuelo: gracias a su cuerpo fuerte y flexible, y a su cola prensil que funciona como un muelle natural, puede lanzarse rápidamente y sorprender a sus presas.

Además, tiene largos colmillos que sobresalen de su gran cabeza, perfectos para cazar con precisión. ¡Una verdadera cazadora astuta y ágil!