Es la más grande y hermosa de todas las víboras. A pesar de su corpulencia y aparente torpeza, es altamente peligrosa, ya que reúnen las condiciones ideales para producir la muerte en cada uno de sus ataques.

Gracias a sus poderosos colmillos de hasta 5 cm de longitud, y sus glándulas venenosas de gran capacidad, proporciona una inyección de veneno tan elevada, que con una sola dosis mataría a un elefante adulto.

Con las lluvias, las víboras del Gabón abandonan su tranquila vida y comienzan de manera activa su época de reproducción.